Tu foto habla de ti: errores que no debes cometer
La foto de perfil es la gran asignatura pendiente de gran parte de las mujeres. En eso insistimos cuando hablamos del mejor perfil, pero como esta es tu zona de conexión, queremos poner el acento en la importancia de la foto.
La red profesional por excelencia -si no tienes en LinkedIn tu perfil deberías hacerlo ya. Es la mejor manera de seguirte la pista frente a cualquier cambio. Y tener tu foto de perfil al día y con la mejor versión es tan importante en tu red profesional como en Top 100 o en otras redes. Por otro lado, inviertes tu tiempo y tu dinero en una foto de perfil, tendrás cubiertas una gran cantidad de opciones que se podrían presentar a partir de que tu visibilidad aumente (algo que este ranking provoca y promueve).
Tanto tu CV como tu foto, son tu carta de presentación en el mundo virtual que hoy es el que más peso tiene.
7 errores que quizás cometas y que no te benefician
- Tu foto de perfil parece la del DNI. ¡No! Tu foto debe expresar quién eres. No utilices una foto que vale para un documento administrativo, pero no aporta valor a tu perfil.
- Tu foto es una selfie. No apeles a este tipo de foto pues el resultado no se ajustará a lo que precisas. No es el momento de la selfie, ni sola ni con compañía. Se verá como poco profesional.
- Posas excesivamente. Mirarte al espejo o intentar una actitud que no es la tuya tampoco aportará valor a lo que quieres transmitir. Al revés, es más posible que denote falta de confianza o al revés: narcisismo.
- Tu rostro está cubierto. Tampoco. Tu objetivo es mostrar quién eres abiertamente, con franqueza. No uses sombreros ni gafas oscuras. Que te vean y reconozcan. Deja estas fotos para compartir en familia o con tus amistades, pero no para tu perfil.
- Fotos de noche o en lugares que no son “la norma” de tu día a día profesional. Puede que estés guapísima, pero quedarás fuera de contexto. Es posible que ni el entorno, ni tu maquillaje, ni tu vestimenta sean los adecuados. Evítalos.
- Foto recorte. Esa foto que te gusta porque saliste genial. Está claro que si nos vemos bien querremos usar esa foto. La recortamos, queda rara, tiene poca calidad, te desmerece profesionalmente. Hace pensar que no tienes tiempo para resolverlo y haces una chapuza para salir del paso.
- Fotos muy retocadas o antiguas. Piensa que debes ser la mejor versión de ti. Pero debes parecerte a ti. Si las fotos son excesivamente retocadas, no te reconocerán. Igual que si utilizas una foto que tiene muchos años. No querrás que la gente se decepcione cuando te vean “en persona”. Actualiza tu foto. Lo ideal es que no pasen más de 2 o 3 años, aunque si te mantienes muy en forma, quizás puede ser algo más. Pero no utilices una foto en la que ni tu misma te reconoces porque habla de tu debilidad por querer ser alguien que ya no eres.
5 consejos de oro para tu foto
- Invierte en ti. ¿De verdad no tienes ni el tiempo ni el dinero para dedicarte una sesión a la que le sacarás partido y multiplicarás tus opciones? La tranquilidad de tener tu foto en condiciones no tiene precio. Ya lo verás.
- Hazte fotos naturales. Eres la protagonista, mira a cámara y sonríe. O expresa de la mejor forma quién eres. Dará confianza a quien la ve que te sientas a gusto y te reconozcas en ella. Si te sientes a gusto con ella.
- Busca el contexto y la calidad. Luminosidad, estética, actitud, escenario… son importantes en un trabajo profesional y el resultado será definitivamente mejor.
- Ten varias versiones de ti misma. Fotos directas, mirando de frente. Fotos con mirada fuera de cuadro o mirando hacia otro lado con actitud más reflexiva. Fotos que puedan valerte para enviar a la prensa. Fotos espontáneas que hablen de una parte diferente de ti. Con luz interior o luz natural. Con diferentes fondos o actitudes.
- Elige vestuario, peinado y maquillaje. Tómate tu tiempo y prepara la cita para sacarle partido. Pruébate 2 o 3 opciones de ropa, más seria o informal, de diferentes estilos y colores. Decide cuál será tu peinado y tu maquillaje. Piensa que siempre ganarás con lo que sea más natural y habitual en ti, con lo que te sientas más a gusto y te veas bien.
